domingo, 21 de marzo de 2010

LAS ALIANZAS MIUCAS-PCT, MPD, FR CON EL PRD


Por Narciso Isa Conde

Una parte de la izquierda partidista, específicamente las direcciones del MIUCA-PCT, Fuerza de la Revolución (FR) y MPD, se inventaron lo de la “alianzas puntuales” para tratar de suavizar de alguna manera el trago amargo de sus pretendidos pactos electorales con el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), destinados a la inclusión de algunos de sus candidatos(as) en las boletas de esas fuerzas corrompidas y neo-liberalizadas, absolutamente controladas por los dos principales capos políticos del país: Miguel Vargas Maldonado y Leonel Fernández Reina.

En verdad lo de “alianzas puntuales” fue un mito, un sofisma, una maniobra verbal sin base real. Con el PRD o el PLD de hoy solo es posible pactar candidaturas si se llega a acuerdos inter-partidarios respaldados por sus dueños o jefes supremos: Miguel y Leonel.

Los hechos han confirmado esa realidad en lo relativo a las negociaciones con el PRD. Los dirigentes del MIUCA-PCT, FR y MPD han tenido que hacer acuerdos institucionales con Miguel Vargas Maldonado y la alta jerarquía perredeista para incluir candidatos a diputaciones y regidurías en la boleta del partido blanco; así lo ha pregonado reiteradas veces, calificándolo de aliados y exaltando tal decisión, el nuevo dueño de ese partido; procurando evidentemente usar esas izquierdas como adorno colocado sobre su conservadurismo y su desprestigio.

Esos acuerdos, a su vez, le impidieron a los sustentadores de las boletas del MIUCA-PCT hacer otros del mismo tipo con el PLD, en vista de que fueron primero a negociar en los predios del PRD, provocando obstrucciones dentro del PLD. La proclamada intención de hacerlo con los dos -peor aun- era a todas luces ilusoria y perseguía dar la imagen de que solo procuraban apoyar las candidaturas “progresistas” de uno y de otro.


Aliados políticamente indefendibles

La realidad es que esos dirigentes de izquierda -después de esforzarse durante años en convencer a la gente de las maldades comprobables del PRD, el PLD y del destartalado PRSC- aparecen de sopetón aliados al PRD; precisamente en la fase de mayor degradación política, ideológica y moral de ese partido.

Este hecho es desgarrador, desconcertante e indefendible por más esfuerzos verbales que se desplieguen para presentar sus supuestas bondades. No hay manera evitar que sea percibido como un paso oportunista en busca de cuotas con votos prestados; cuotas por demás inciertas
y llamadas a generar un costo político sumamente elevado, perjudicial y destructivo.
El rechazo que ese paso ha generado en la franja política más avanzada de nuestra sociedad no está solo motivado por válidas razones morales (la política revolucionaria no es solo moral, pero si tiene una moral y una ética irrenunciables), sino también por razones políticas fundamentales, a saber:

La corrupción en general es un problema moral, pero la corrupción de los políticos es además de una cuestión moral un serio problema político.

La narco-corrupción por igual, y cuando ésta deviene en “narco-Estado” y “narco-gobiernos”, se torna en lacra inseparable del poder político-económico y social.

La degeneración de un partido político clásico en una especie de “compañía por acciones”, con dueños y clientelas, es un hecho económico; pero también político. Es el paso de una condición política determinada a otra condición política peor.

La subordinación de una fuerza política a la ideología neoliberal, a la globalización neoliberal, es sin la menor duda un hecho político de graves consecuencias.

La estructura de mando del PRD desde hace años está involucrada y abrazada a múltiples prácticas inmorales, atada a la vez al tren de la dependencia respecto al imperialismo actual, amalgamada con el “lumpen impresariado” y la oligarquía, sumisa a todo dar frente a la voracidad de las corporaciones transnacionales.

La estructura de mando del PRD no solo ha sufrido un a degradación moral de funesta consecuencias para país, sino además ha sido contaminada por todas las ideologías conservadoras y ha impregnado la política de un individualismo feroz y de una dinámica comercial sin limites ni escrúpulos de ninguna índole. Igual ha pasado en la dirección del PLD.

La hegemonía de Miguel Vargas es la máxima expresión actual de ese proceso. Es la entronización en mayor grado de la privatización de la estructura política del PRD; marchando a lo par en los últimos tiempos con la hegemonía de Leonel en el PLD.

Miguel Vargas es el empresario súper corrupto con capacidad para comprar uno de los dos principales partidosdel país y para pactar con el otro similar e imponer la Constitución conservadora y neoliberal vigente.

Miguel Vargas es la conexión dominicana de la operación Marbella, la principal en materia de lavado de dinero sucio en el Caribe puesta en marcha desde Europa en las últimas décadas. Una estafa tan ominosa como la que se percibe en el reciente escándalo de la Torre Atiemar y negocios conexos, que involucra a Leonel Fernández Reina y a su equipo.

Miguel Vargas y Leonel Fernández son los responsables de la aprobación en el Congreso Nacional del ignominioso contrato con la BarricK Gold.

Es precisamente con ese PRD, bajo esa hegemonía, que lamentable y penosamente están pactando esos dirigentes de la izquierda tradicional de nuestro país.

Ese Miguel Vargas es quien elogia la alianza con esos grupos de izquierda para jactarse de la “amplitud”, el “progresismo” y el “democratismo” de ese PRD derechizado y corrompido.

Severos costos autoprovocados y necesidad de rectificar

Esa táctica -injustificable desde una óptica revolucionaria y divorciada de toda lógica alternativa y de toda estrategia transformadora- es la que produce el terremoto de disparidades que se está dando al interior de esos grupos, en su relación con la franja mas avanzada y conciente de la sociedad, en sus vínculos con lo actores sociales y políticos emergentes e impugnadores del sistema en crisis y en la percepción de de una parte importante del pueblo respecto a su quehacer político.

Ese terremoto no es provocado por mis artículos y declaraciones marcando diferencias con esa política desacertada. Tampoco por las opiniones y reacciones de otros sectores de la vasta, aunque dispersa, izquierda social, cultural y política del país.

Ese terremoto ha sido auto-provocado y no se va a detener sino hay rectificaciones audaces.
El viraje político descrito ha causado ese impacto estremecedor y no podía ser de otra manera.

Buscar culpables a lo externo en casos de ese tipo, es asunto de tontos o de empecinados.

Pensar que cuando se escriben estas diferencias o se exponen al debate todos los hechos y reacciones, se procura “pescar en río revuelto”, es solo un recurso para buscar causas y culpas donde no están y evadir responsabilidades.
Los peces se escapan cuando el recipiente, la red, los contenedores…se rompen o lo rompen.

Nadie desde el exterior de esos grupos ha procurado derribar o perforar sus paredes o sus redes. Es de adentro que se crearon las condiciones para esas lamentables inconformidades y rupturas, las cuales están llamadas ha gravitar más en el MPD y la FR que el PCT-MIUCA, dado que este último está mucho más curtido en esas maniobras y dado que los otros dos agrupamientos recién se subordinan a esa política reñida con sus trayectorias

Además, para todo aquel o aquella que persiga crear una nueva izquierda, el cantero principal jamás puede ser la debilitada izquierda orgánica del país, sino la que se está gestando desde nuevos actores sociales y políticos.

Así está aconteciendo en toda nuestra América. Nuevos actores, sumándose a la parte histórica con capacidad auto-transformadora, han constituido los nuevos sujetos políticos y sociales del cambio necesario.
Esto siempre ha requerido delimitar fronteras con las derechas hegemónicas, formando confluencias diversas enfrentadas a la partidocracia y al neo-liberalismo. Así ha sido en Venezuela, Ecuador, Bolivia, El Salvador…para solo mencionar los casos más recientes e innovadores.

En todos esos lugares ha habido que derrotar y desplazar a los partidos tipo PLD y PRD, o tipo el casi fenecido PRSC. No conozco de cambios trascendentes subordinados a ellos a ellos. No conozco de políticas alternativas exitosas subordinadas o pactadas con ellos.

Claro que no estoy hablando de compromisos puntuales dentro de un parlamento o ante un problema concreto a superar desde una posición de fuerza de un contingente revolucionario y progresista consolidado. Tampoco a casos donde restos de las derechas sin capacidad de hegemonizar oportunistamente aceptan ser cola de las izquierdas.

Estoy refiriéndome a alianzas que persigan fines alternativos a nivel central, estadual, congresual o municipal.
El PRD y el PLD equivalen a los ADECOS y COPEYANOS de Venezuela, a las nuevas derechas Venezolanas, a los grandes partidos tradicionales de Ecuador y Bolivia, y a ARENA de El Salvador.

Y si además se parte de una gran debilidad de las izquierdas organizadas, en periodos de descréditos mayores de las fuerzas hegemónicas de las derechas, los pactos electorales a la cola de ellas solo son capaces de generar más debilidad, más división interna, más confusiones y más subordinaciones en componentes del campo popular y de las fuerzas potencialmente alternativa.

Visto todo esto y ponderado el ciclón socio-político que está desatando la nefasta presencia de la BarricK Gold en nuestro paçis y la manera como ese hecho vuelve a desnudar la esencia del PRD conducido por Miguel Vargas y del PLD de Leonel, bien podría ser esta una oportunidad para desandar los pasos de esa alianza en la que esas izquierdas –y por un reflejo otras sectores- llevan todas las de perder.
Eso sería lo más inteligente. Ojala que sus responsables entendieran algo tan evidente.

19-03-2010, Santo Domingo, D. N.