Poesías y Más: INFORME DE CUBA ANTE NACIONES UNIDAS

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VIRNA GARCIA CANTA A LOS CINCO TRES POEMAS DE ALFONSO TORRES ULLOA

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JUAN LUIS GUERRA... LA GUAGUA, DE REVERSA.

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CORRUPCION ARROPA AL PAIS

El peledeísmo se desgarra la vestidura, Don Euclides Gutiérrez Féliz quiere concluir su vida física y política haciendo (al fin) un gran servicio a la patria. Por eso habla sin tapujos y reconoce la gran corrupción que hay en el Partido de la Liberación Dominicana.

En tanto Reynaldo Pared Pérez quiere esconder la cabeza y trata de huir a la realidad, en lugar de asumir la conducta Boschista...

Reynaldo Pared Pérez en lugar de pedir nombres de corruptos en el PLD, lo que debe es actuar porque él los conoce, el pueblo los conoce, este es un país donde todos somos vecinos y sabemos quien cocina arenque y quien frie huevos.

El IV Congreso del PLD proclamó el Boschismo como su doctrina, su idelogía política, pero resulta que lo que más distante está, tanto del PLD como del Gobierno, es la moral de Juan Bosch.

La ética boschista es cosa del pasado; los postulados de Juan Bosch quedaron relegados a las hemerotecas y a la historia.

Hoy el PLD se rige por la moral y el pragmatismo Balaguerista.

A nadie debe sorprender esto, pues el nuevo líder del PLD proclamó ser el continuador histórico de Joaquín Balaguer, en vez de serlo de Juan Bosch.

Claro, hay que agradecer su franqueza y honestidad en reconecerlo, pues lo otro sería una ofensa a Don Juan Bosch; es claro que no se puede ser continuador de Bosch y prohijar la corrupción.

Euclides Gutiérrez Féliz, será trujillista, pero hace bien en poner el dedo sobre la llaga de la corrupción peledeísta; esto es importante, pues ese Partido surgió para completar la magna obra del Patricio Juan Pablo Duarte, pero actúa desde el poder como heredero (o continuador) de Pedro Santana.

Euclides, sigues ladrando a la luna, es necesario. La utopía no debe morir.

AMOR DE FUEGO

Siento fascinación por el fuego

arder en llamas

quemarme en tu piel

quemar un beso

y sentir el calor caribe

arder en el límite

perder mi piel en la tuya

mientras arde la noche

me gusta el fuego

el rojo encendido de la candela

el cielo iluminado de rojo

ese rojo amoroso que brota de tus labios

arder en ti

quemarme en ti

sentir el horno tuyo sobre mi

quedar hecho cenizas

después de ti!

II

Arder desde tu espalda

Mirar los giros tuyos

bajo ese vestido verde

y yo transitando tras de ti

sin saber que en ti va la vida

imaginando cada giro en mi

como la magia de la muerte/

que da vida

ir caminando a tu espalda

y saber que el universo dejó en ti

toda la energía

y desde tu espalda sentir

que el mundo es mío tan solo porque soy tuyo!

CABALGAR SIN RUMBO, CONTIGO

Siento la espiga venir

sin que nadie detenga su rumbo

y la flor romper hacia el sol

y tu rumbo es mío

en un café amargo

cabalgar en ti, contigo

bosque adentro

volver mis antojos de ti

en la eternidad del jadeo

y dormirme contigo en un silencio

amoroso después de un vendaval

de caricias despiertas y desnudas

llenarme de tus antojos

cuando vibras entre mis piernas

y voy subiendo de tono

y en silencio muerdo las ganas

de no morir jamás!

VUELVO A CABALGAR

Vuelvo a cabalgar en la misma montura

sin que haya movido un dedo

la yegua vino a mi

después de marcharse

es la vida el antojo que nos muere

y el amor el espacio que vivimos en cada silencio de carne y espiga

y entonces nada nos conmueve más que el amor alimentado en el swin divino de una mulata que no termina en un grito

en esa mulata que el giro es vital

y el silencio la sabia que enerva

una cadera con aceite de culebra

me enredo sin saber cómo

hoja seca que arrastra el río

cuando el amor me va, eso soy

me enredo dulcemente

y no sé porqué

pero subo la grupa de mi yegua

y voy monte adentro

cabalgando en la mejor cintura

rumbo a la gloria en medio de gritos

y solemnidades despiertas y desnudas...

CARACOLES, CORONEL

Busco en el horizonte tu mirada

Y en ciudad nueva tus huellas

Y aquí ando, cabalgando en tu sentir

Febrero como abril marcan la impronta de tu ejemplo

Allí en Caracoles sembraste tu sueño

En la zona intramuros tu ejemplo

Esa mirada tuya no se olvida

Es la mirada de la patria

Caracoles es la esperanza

de una patria por redimir

te bañaste de gloria al envolverte en la patria

en sus colores

empuñaste tu fusil para que nadie osara impunemente

mancillar el honor de tu patria

Caracoles es un amor sin sueño

cargado de los sueños del Coronel

tu memoria queda en el viento

esperando un nuevo amanecer

y como ese oleaje de nuestro mar caribe

la juventud levantará tu bandera

desde el polvo de tus huesos

para hacer patria otra vez

nadie pensaba que de oficial primoroso

entrenado en el norte

pudiera surgir el Coronel de la Gloria, de la patria

del honor

contigo cabalgará la patria liberada

y en Caracoles un baño de agua libertaria

todos, todas nos daremos, entonando

el himno “volvemos a combatir como lo hicimos en abril, volvemos a combatir”, tu himno en Caracoles

Caracoles Coronel

vamos contigo, bailando la alegría de la patria

firmes para el combate,

no se muere en brazos de la patria bien amada

entregaste tu sangre para abonar la libertad

mas no todo está concluido

tu ejemplo nos llama

la patria nos reclama

Caracoles Coronel en tus huellas

está la senda del honor,

el trillo de la libertad

contigo va la patria

y nosotros contigo, trotando tras de ti

resistiendo a los traidores

y contigo nace una flor

y la llama de tu mirada nos convoca

y nos conmina a no desmallar

la patria se levanta

y de nuevo abril será primavera

y febrero la esperanza renovada!

Febrero 13, 2007

POR LOS CAMINOS DE ANAMUYA

Sorprenden los colores

y todo queda atrapado

en el sabor de la vista extasiada

nada tan exhuberante

en belleza como Anamuya

y por sus caminos quiero andar

sus casas victorianas

de madera en colores vivos

y su madre naturaleza

nos envuelve majestuosamente

tareas pendientes

anhelos de Anamuya

en un atardecer de café

mabel la vida que rueda

y todo se anida en los colores

de la vida, de Anamuya

caminos por desandar

gritos que encender

pirámides que levantar

Anamuya por libertar

todo canto es mi sielncio

un amanecer de puyas

en Anamuya y la soleminidad

del grito es el silencio

masticado en un beso de colores

te llamo

te grito

te imploro

y a tus pies quedo

rendido en los colores de tus días

en una mirada de arco iris

Anamuya es la solemnidad del sueño!

DON CARLOS LEBRON SAVIÑON, UN ARTISTA

Recién cumplió cuatro años de la partida definitiva hacia el mundo de los misterios, el 8 de agosto, Don Carlos Lebrón Saviñón: Maestro, folklorista, periodista, escritor, declamador. Poeta. Y sobretodo duartiano.

El Maestro se nos fue, no digo que a destiempo, pero sí en un tiempo no adecuado, todavía su fecundidad y sus fuerzas daban para más. Sus aportes para la cultura, la enseñanza, para seguir guiando nuestra peña literaria, todavía esperaban más. Con su partida hemos dejado tantas tareas inconclusas.

Un libro viviente cerró sus páginas. La cultura y el folclor en nuestro país perdieron uno de sus más conspicuos exponentes. La patria vio partir a un gran dominicano, Don Carlos fue un gran conocedor de nuestras raíces, del ser dominicano, un duartiano puro. Cultivó la amistad con una gran sinceridad. Amó la patria con devoción.

No descansó jamás en su trabajo por la cultura, el periódico El Nacional recoge miles de artículos suyos bordados a manos, desde el pensamiento fecundo de un hombre culto y amoroso. Sus ensayos periodísticos sobrepasan con mucho sus catorce libros publicados.

Conocí a Don Carlos Lebrón Saviñón porque “tropecé” encantadoramente con un libro suyo, Árbol de Sombras y de Estrellas, un libro maravilloso, y busqué la forma de conocerlo personalmente y Juan Francisco de la Rosa me facilitó el contacto. Aquel primer encuentro fue maravilloso y después celebramos cientos de conversaciones. Se convirtió en nuestro Maestro, a El acudimos siempre Cornelio Ciprián, Juan Francisco de la Rosa y yo, dos y tres veces por semana a beber de esa fuente inagotable de cultura.

Al encontrarme con el libro Árbol de Sombras y de Estrellas, descubrí, al recorrer sus páginas, un alma noble y un ser con profundas preocupaciones humanas. En Don Carlos había un discípulo de su hermano, Don Mariano Lebrón Saviñón, a quien admiraba y quería profundamente; pero también fue un discípulo de Don Pedro Henríquez Ureña y un admirador de José Martí.

Don Carlos fue un humanista, quizás incomprendido en su tiempo o no comprendido adecuadamente, pero el fuego del tiempo en lo adelante nos permitirá aquilatar sus virtudes, su inteligencia y su dedicación y su contribución a la cultura, su amor a la patria, su don de Maestro.

Con Don Carlos fundamos una Peña Literaria, que reúne a un grupo de poetas, de jóvenes escritores, de origen humilde, sin nombre, pero con mucho talento y a los que El admiró y ayudó mucho, e incluso les dedicó criticas y comentarios muy interesantes en El Nacional.

Don Carlos Lebrón Saviñón fue el más destacado declamador de la poesía afro antillana, denominada también como poesía negroide; compartió la cima de la declamación de este género con Luis Carbonell, el gran artista cubano.

El autor de Árbol de Sombras y de Estrellas llevó su arte a toda la geografía nacional, pero también puso en alto el nombre de la República en tierras lejanas y amadas: Argentina y toda Sudamérica, España y Cuba. En esta última cultivó una buena amistad con Luis Carbonell, quien le distinguía y le llamaba el Maestro de la declamación.

Don Carlos a sus 82 años de existencia tenía el espíritu joven, el de un Poeta; quedaron en nuestra agenda dos viajes, uno para San Juan de la Maguana y otro para Dajabón.

Del libro Árbol de Sombras y de Estrellas, dice Luis Alfredo Torres: “Los poemas con que nos sorprende tienen fuerza lírica unos, extremada delicadeza otros. Y en los más, la protesta integral de nuestra época que pide justicia, paz, amor”.

De Don Carlos dejo su poema: El Nuevo Negro (Sinfonía de la Raza):

Cuídate, negro, que en la sombra densa

-apretaba en tu selva de marañas-

te acechan mil rumores.

Corre, negro,

ni tu cota de malla de bejucos

ni tu ingenua amistad con las corrientes

de las aguas tremenda de tu tierra,

ni tu lanza de hueso,

ni la enemiga fiera,

ni el saurio verde de tus aguas turbias,

ni el pesado hipopótamo del sueño,

ni el colmillo afilado de tus fieras:

nadie te ha de salvar.

Cuídate, negro,

No es tu cómplice amiga ya la selva.

Oye los gritos locos de las blancas legiones

que te buscan ansiosas.

Tu nada esperas del amor.

Corre al misterio de los bosques.

Dispútale a la fiera su refugio mejor.

Salva a tu negra.

Mira: en apretadas filas de maldades

hombres blancos te buscan.

Llegarás a otras tierras, otros bosques.

África no te arrullará

ni en confusión galante de palmeras

volverás a soñar.

Sálvate, negro,

guarda tu lanza. Ella nada podrá.

como tu selva inútil, / inútil te será.

Llega el blanco.

La selva es una ronca pesadilla de tambores

y una negra muchedumbre de alaridos y de odios.

Es un grito de agonía, fuego y sangre,

rojo todo: rojo el blanco, rojo el negro,

rojo el cielo.

Y se extingue lentamente

el vagido de una raza que ha dejado de vivir su libertad.

Ahora cantan las cadenas, las cadenas,

y las cañas y los gritos... / y los gritos.

Sufres, negro?

Te lo dijo mi voz.

Mi voz amiga.

Yo soy la eternidad.

Poesías y Más

jueves, 7 de octubre de 2010

INFORME DE CUBA ANTE NACIONES UNIDAS

NINO FELIZ RECTOR PLURAL

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