jueves, 25 de noviembre de 2010

VIRTUDES ALVAREZ, DICE:


La integralidad de la lucha contra la violencia a la mujer

Virtudes Álvarez*

Otra vez noviembre, y el tema de la lucha contra la violencia a la mujer tomó preponderancia en la agenda de las instituciones públicas, los partidos políticos, el movimiento de mujeres, las academias, medios de comunicación y demás. Es bueno que así sea. Lo malo es que el abordaje del tema se vuelve masivo por temporada, como con espíritu de zafra.

Nos convoca una vez más el reconocimiento a Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, y Rufino de la Cruz, asesinados aquel 25 de noviembre del 1960, fue el hecho que desató el colapso de la dictadura de Trujillo.

En homenaje al legado de las hermanas Mirabal, el 25 de noviembre es declarado primero por el movimiento de mujeres, y por las Naciones Unidas después, como de día de la No violencia contra la mujer.

Oportuna ocasión para reforzar la lucha contra todo tipo de violencia a la mujer. La que ejerce el sistema capitalista desde el estado y demás instancias que le sostienen entre otras, la iglesia, medios de comunicación, la escuela y la familia. Reproductores de violencia contra todas y todos.

A violencia múltiple, lucha integral. No permitamos que se desvíe el tema y nos hagan creer que violencia contra nosotras, solo ejercen nuestras parejas, o ex parejas; agresiones expresada en forma física, con la muerte en el peor de los casos; otras veces, violencia emocional o patrimonial.

Hemos avanzado en el debate del tema y logrado que sea parte de la agenda pública Registramos conquistas, pero insuficientes.

El lucha contra la violencia a la mujer debe ser convertida en movilización y organización y éstas en vías para más y mejores políticas públicas para avanzar en la toma de conciencia y liberación definitiva.

Manifestaciones de la violencia de pareja o ex pareja junto a la violencia de estado, contra las mujeres son las de más “fácil lectura” porque la sufrimos millones de mujeres cada minuto, cada segundo; no necesitamos escuela para saberlo, la conocemos desde el vientre de nuestras madres, cuando el embarazo no es deseado, por ejemplo.

Todas las manifestaciones de violencia contra las mujeres tienen el sello de misma fábrica “made in capitalismo”, todo el sistema social de propiedad privada con sus implicaciones culturales. Es una historia vieja, y “por vieja y amarga se la cuento”, parafraseando a Neruda.

Colocar en la agenda del debate otras dimensiones de la violencia contra la mujer, es una urgencia. Especialmente, la directa violencia de estado. Las distintas manifestaciones de la violencia de clases.

El cómo somos excluidas, discriminadas y/o expulsadas de la toma de decisiones, del mundo del trabajo; cuando nos son negados los más primarios derechos como alimentación y vivienda digna; salud, educación, seguridad, entre otros.

Los “otros derechos”, los sexuales y reproductivos, también son parte de la agenda pública, y en consecuencia, bandera de lucha, organización y movilización de las mujeres, la clase trabajadora y la sociedad en general. Más aun, particularmente en nuestro país, hace mucho tiempo debimos colocarlos en las carpetas de discusión en las filas de las organizaciones revolucionarias en general.

No es un tema para pensarlo y discutirlo “cuando hagamos la revolución”. Es ahora. Como la revolución misma, que es Hoy... Cotidiana Urge integrar a nuestra militancia revolucionaria el tema de la violencia integral contra la mujer.

Las ideas se combaten con ideas, en la cotidianidad. Ahora. No hay que esperar “a que lleguemos al poder, o a que triunfe el socialismo”.

La militancia integral, implica luchar contra todas las formas de violencia que ejerce el capitalismo contra nosotras de manera particular y contra todos los oprimidos en general. si los derechos culturales, sexuales y reproductivos son criminalizados –como en la actual constitución de la República- a tal violación hay que anteponerle una lucha particular, que sea al mismo tiempo parte de la lucha contra toda forma de discriminación (laboral, de elegir y ser elegido, etc.).

Si la violencia es inherente al sistema capitalista que chorrea explotación y sangre por todas partes, entonces integral debe ser la lucha –y los métodos de lucha- contra el propio sistema.

A la explotación patronal y contra el desempleo, impulsemos la lucha económica y política; organización sindical, de vecinas/os, partidos y movimientos políticos; con todas las herramientas disponibles, desde el pacto colectivo y los tribunales, hasta las calles y azoteas, incluido el “supremo recurso de la rebelión”.

Ante el embate y enajenación ideológica, un poderoso movimiento cultural para derrotar al enemigo en el terreno de las ideas. Y para ello son válidas todas las estrategias de lucha y herramientas (propaganda, publicidad, pedagógicas, todas las manifestaciones del arte, etc…

Si nunca como ahora la humanidad había estado tan expuesta al exterminio general por parte del capital y los imperios que se han repartido una vez más e mundo, nunca como ahora, las mujeres habíamos estado tan obligadas a decir Presentes y en primera fila. Hombro a hombro. Mano a mano con todos las victimas de las distintas formas de violencia.*

Presidenta del Miuca Acción por el Cambio.
Noviembre, 2010.