Alfonso Torres Ulloa recoge en estos cantos la expresión rebelde contra el olvido, son trazos poéticos para que los años nefastos del Cortesano no queden en los recónditos de la historia, es preciso tenerlos presentes para que esa época no se repita y que no haya el silencio cómplice, pues hay que desenredar las madejas de la historia y construir futuro con lo mejor de la historia y estar atento contra los que quieren borrar los actos de los patricidas.
Este silencio profanado
Rumbo a la última morada, aquello era una fiesta
de locura y expresión de dolor inexplicable, era
la despedida de la angustia y la frialdad del poder
la algarada no era un cortejo fúnebre, sin querer
devino en circo y, como su vida, en desventuras
allí de todo, menos silencio, codazos y trifulcas
el rito del silencio había sido profanado, dolor
había, innegable, mas todo espanta en el fulgor
profanado silencio para quien todo era profano
mas era ceremonia de libertad y afanes oníricos
celebraciones diversas, brindis y dominó
y saber que cientos de páginas quedaron en blanco
el tiempo romperá silencio y la historia borrará
las dudas y curará los dolores de mi pueblo.
A veces no sé si es cierto
Siempre creímos en la eternidad, su eternidad
ahora que se ha marchado es dable dudar
han pasado varios meses y todavía la verdad
sobre el hecho cierto nos pone a pensar
fueron tantos los sufrimientos y tan larga
aquella agonía que nos convencimos
de que no tenía fin la maldad, amarga
la ilustrada dictadura, quisimos
desde la trinchera combatir plomos con ideas
y el diluvio nos dejó sin alientos, víctimas
de la Banda y el silencio, que arrastró las vidas
de los cuadros hacia una paz de tormento
y la esperanza quedó derramada en aceras
calles y contenes
y él se hizo eterno de la maldad, hoy no sé
si es cierta la muerte.
Aquel Cortes Ano
Yo que camino tanto, les cuento una historia:
por Holguín, vi un asno tomando cebada
y cuentan los paisanos que de un jumo murió
allá en el Mirador de Mayabe y otro trajeron
para el turismo europeo, ah! cubanos que saben
aquí un Cortes Ano ni chicha tomaba, mas cascabeleaba
y dio mucha agua a beber a quienes no tomaban
café con él y ahogó una legión con ideales
el de aquí sabía mucho más y vivió hasta la eternidad
sin romo ni cerveza, sin hembras, ni whisky ni vino
a él lo trajeron los Yanquis con la bota de la ocupación
pero antes se paseó por Palacio treinta años con Chapita
e ideó cómo ahogar en salsa china los peces opuestos
y tuvo una corte y un senado y una junta electoral
y una cámara de cuentas y un ejército y una policía
hizo trescientos tutumpotes y un cementerio de alcanfor
y cuando alguien se comía la hierba lozana él no sabía
no rebuznaba y dejaba página en blanco, sin firmar
y la memoria quedó para la historia
vivió tanto que traspasó la historia y no hubo, coño
ni comandantes ni sindicalistas ni agitadores
que lo ensillaran, sólo un jinete que por Caracoles
quiso enlazarlo y no hubo quien atajara y el Cortes Ano
se fue como llegó, en silencio!
Esperada Despedida
Amemos el silencio
la sonrisa, la paz
abracemos el tumulto
ahora se puede soñar
la alegría es toda nuestra
vayamos en pos de la rebeldía
a dormir en un banco del parque
hay que cantar
que nadie llore
todos a celebrar
se abren los caminos
hay que arar y sembrar de nuevo
reforestar la conciencia
hay que dormir
amanecer en silencio
reír a carcajadas
por fin respiramos
se espantan los dolores
ha sido desmontado el Altar
podemos ser nosotros mismos
nos reencontramos con la vida
hoy comprendimos que era mortal
todos apostamos a su eternidad
pueden salir y vocear y brincar y cantar
bailen en las calles, todos rumbos al Malecón
se fue, se fue y apostemos todos a que se queda
se queda en el mismo infierno!
Es definitiva
Este es mi silencio, como de tumba
silencio de alegría y de dolor
porque han acabado en una rumba
sintiendo en todos los rincones el olor
de aquella guayaba que es manjar de gusanos
y los dolores y las heridas mías
del tiempo serán recuerdos
porque cesarán las majaderías
se ha ido solo, como ha venido
y así vivió la soledad de su muerte
y en todos los dolores un solo ronquido
es un espanto y un festejo, de suerte
que libres quedamos y en un alarido
para esparcir la suerte de su muerte!
Aquella página
Me duele aquella página, que reúne miles
han creído que es sólo una, ella es el dolor
inmenso de una época en que las mieles
de la vida se derramaban sin pudor
aquella página estaba limpia, no en blanco
todo el luto y el dolor de un pueblo quedó
con la sangre derramada en ella y en un banco
debió sentarse el infame para ser juzgado
mas faltó pudor y la complicidad guardó
silencio y se pretendió el olvido, la vida
sigue, y aún con la muerte conservó
este pueblo mío la memoria, no hay medida
del dolor y aquella sangre vertida germinó
en la conciencia, por nuevo grito de victoria!
Pesadilla
Todo tiene un fin, aunque a veces el dolor parece eterno
aquella pesadilla concluyó, dichosos los que vimos el fin
cuántos hijos y esposas hoy sufren el dolor sin retorno
de aquella época épica y de luto, de tragedia sin fin
en la que perdieron la presencia del padre, del esposo
aquella noche larga, de amarguras e intolerancia
cuántas madres lloraron y el corazón les quedó roto
cuando sus hijos no retornaron cargando la inocencia
todo tiene un fin y hay sepultureros hasta para su propia muerte
cavando la tumba a su medida irrespetan el erario público
y no se detienen ante el dolor ni ante el coraje
de quienes se atreven a desafiar la ira del tirano ilustrado
porque saben que el amor es más fuerte que la muerte
aquella pesadilla nos duele, mas es pasado ignominioso!
Más allá de la noche
Más allá de la noche queda el día, la fosforescencia
la esperanza de la patria mía, adolorida y como un grito
rebelde, enérgico, juvenil, de insolencia
cuando todo un pueblo clama paz en un solo bramido
y la jauría desesperada, prisionera de sus propias trampas
es el caudillo que no puede con la historia, con la pus
y es cierto tiene que marcharse, el reloj lo atrapa
no hay modo de resistir el nuevo día y su luz
más allá de la noche, Aniana, estás tú como faro
luminaria de conciencia, espantando la noche aquella
porque el camino de los justos es transparente, foco
necesario en la guerrilla del amor, por el respeto
a la naturaleza y a la vida, sin desapariciones
ni ejecuciones, más allá de la noche vibra Narcisazo!
Nada Cambia
Se fue sin retorno, es verdad
y qué? Si el dolor ha continuado
nada cambia en esta tierra desde Enriquillo
antes que él era lo mismo, sólo que multiplicó
nuestros dolores y las angustias, esperó en la sombra
calentando el brazo y a veces cubría la forma
mas entre chapita y elito la vida la luz de la vela
sobre el mar
y después la ruta es callejón sin salida
ruge, rebuzna y es la misma fauna
solo cantos y la sirena siempre llena
mas nada cambia la esencia, lo vital
las proclamas, las sonrisas, las chácharas
lo vital permanece, dura la existencia
se fue y duele como se fue, a su manera.
El Diluvio
El diluvio se marchó cuando mejor quiso
en silencio se fue como si nada había pasado
y en vientos de ternura todos festejaron
la esperada ausencia
nunca tormenta alguna tantos destrozos
había causado en este erario ni en la resistencia
cívica de humanista presencia
y todos cómplices lo proclaman necesario
sin importar las devastaciones sociales
económicas ni las tumbas que arrastró
y tú y yo resistimos los escuadrones
de la muerte siempre presente
y el huracán Macorís en marcha
y bandas de sangre tiñó el suelo
hoy todo es olvido y distancia y el diluvio
no registra en la presencia juvenil
los destrozos de la historia y la esperanza
y en las manos se nos muere la utopía!
Rumbo a la última morada, aquello era una fiesta
de locura y expresión de dolor inexplicable, era
la despedida de la angustia y la frialdad del poder
la algarada no era un cortejo fúnebre, sin querer
devino en circo y, como su vida, en desventuras
allí de todo, menos silencio, codazos y trifulcas
el rito del silencio había sido profanado, dolor
había, innegable, mas todo espanta en el fulgor
profanado silencio para quien todo era profano
mas era ceremonia de libertad y afanes oníricos
celebraciones diversas, brindis y dominó
y saber que cientos de páginas quedaron en blanco
el tiempo romperá silencio y la historia borrará
las dudas y curará los dolores de mi pueblo.
A veces no sé si es cierto
Siempre creímos en la eternidad, su eternidad
ahora que se ha marchado es dable dudar
han pasado varios meses y todavía la verdad
sobre el hecho cierto nos pone a pensar
fueron tantos los sufrimientos y tan larga
aquella agonía que nos convencimos
de que no tenía fin la maldad, amarga
la ilustrada dictadura, quisimos
desde la trinchera combatir plomos con ideas
y el diluvio nos dejó sin alientos, víctimas
de la Banda y el silencio, que arrastró las vidas
de los cuadros hacia una paz de tormento
y la esperanza quedó derramada en aceras
calles y contenes
y él se hizo eterno de la maldad, hoy no sé
si es cierta la muerte.
Aquel Cortes Ano
Yo que camino tanto, les cuento una historia:
por Holguín, vi un asno tomando cebada
y cuentan los paisanos que de un jumo murió
allá en el Mirador de Mayabe y otro trajeron
para el turismo europeo, ah! cubanos que saben
aquí un Cortes Ano ni chicha tomaba, mas cascabeleaba
y dio mucha agua a beber a quienes no tomaban
café con él y ahogó una legión con ideales
el de aquí sabía mucho más y vivió hasta la eternidad
sin romo ni cerveza, sin hembras, ni whisky ni vino
a él lo trajeron los Yanquis con la bota de la ocupación
pero antes se paseó por Palacio treinta años con Chapita
e ideó cómo ahogar en salsa china los peces opuestos
y tuvo una corte y un senado y una junta electoral
y una cámara de cuentas y un ejército y una policía
hizo trescientos tutumpotes y un cementerio de alcanfor
y cuando alguien se comía la hierba lozana él no sabía
no rebuznaba y dejaba página en blanco, sin firmar
y la memoria quedó para la historia
vivió tanto que traspasó la historia y no hubo, coño
ni comandantes ni sindicalistas ni agitadores
que lo ensillaran, sólo un jinete que por Caracoles
quiso enlazarlo y no hubo quien atajara y el Cortes Ano
se fue como llegó, en silencio!
Esperada Despedida
Amemos el silencio
la sonrisa, la paz
abracemos el tumulto
ahora se puede soñar
la alegría es toda nuestra
vayamos en pos de la rebeldía
a dormir en un banco del parque
hay que cantar
que nadie llore
todos a celebrar
se abren los caminos
hay que arar y sembrar de nuevo
reforestar la conciencia
hay que dormir
amanecer en silencio
reír a carcajadas
por fin respiramos
se espantan los dolores
ha sido desmontado el Altar
podemos ser nosotros mismos
nos reencontramos con la vida
hoy comprendimos que era mortal
todos apostamos a su eternidad
pueden salir y vocear y brincar y cantar
bailen en las calles, todos rumbos al Malecón
se fue, se fue y apostemos todos a que se queda
se queda en el mismo infierno!
Es definitiva
Este es mi silencio, como de tumba
silencio de alegría y de dolor
porque han acabado en una rumba
sintiendo en todos los rincones el olor
de aquella guayaba que es manjar de gusanos
y los dolores y las heridas mías
del tiempo serán recuerdos
porque cesarán las majaderías
se ha ido solo, como ha venido
y así vivió la soledad de su muerte
y en todos los dolores un solo ronquido
es un espanto y un festejo, de suerte
que libres quedamos y en un alarido
para esparcir la suerte de su muerte!
Aquella página
Me duele aquella página, que reúne miles
han creído que es sólo una, ella es el dolor
inmenso de una época en que las mieles
de la vida se derramaban sin pudor
aquella página estaba limpia, no en blanco
todo el luto y el dolor de un pueblo quedó
con la sangre derramada en ella y en un banco
debió sentarse el infame para ser juzgado
mas faltó pudor y la complicidad guardó
silencio y se pretendió el olvido, la vida
sigue, y aún con la muerte conservó
este pueblo mío la memoria, no hay medida
del dolor y aquella sangre vertida germinó
en la conciencia, por nuevo grito de victoria!
Pesadilla
Todo tiene un fin, aunque a veces el dolor parece eterno
aquella pesadilla concluyó, dichosos los que vimos el fin
cuántos hijos y esposas hoy sufren el dolor sin retorno
de aquella época épica y de luto, de tragedia sin fin
en la que perdieron la presencia del padre, del esposo
aquella noche larga, de amarguras e intolerancia
cuántas madres lloraron y el corazón les quedó roto
cuando sus hijos no retornaron cargando la inocencia
todo tiene un fin y hay sepultureros hasta para su propia muerte
cavando la tumba a su medida irrespetan el erario público
y no se detienen ante el dolor ni ante el coraje
de quienes se atreven a desafiar la ira del tirano ilustrado
porque saben que el amor es más fuerte que la muerte
aquella pesadilla nos duele, mas es pasado ignominioso!
Más allá de la noche
Más allá de la noche queda el día, la fosforescencia
la esperanza de la patria mía, adolorida y como un grito
rebelde, enérgico, juvenil, de insolencia
cuando todo un pueblo clama paz en un solo bramido
y la jauría desesperada, prisionera de sus propias trampas
es el caudillo que no puede con la historia, con la pus
y es cierto tiene que marcharse, el reloj lo atrapa
no hay modo de resistir el nuevo día y su luz
más allá de la noche, Aniana, estás tú como faro
luminaria de conciencia, espantando la noche aquella
porque el camino de los justos es transparente, foco
necesario en la guerrilla del amor, por el respeto
a la naturaleza y a la vida, sin desapariciones
ni ejecuciones, más allá de la noche vibra Narcisazo!
Nada Cambia
Se fue sin retorno, es verdad
y qué? Si el dolor ha continuado
nada cambia en esta tierra desde Enriquillo
antes que él era lo mismo, sólo que multiplicó
nuestros dolores y las angustias, esperó en la sombra
calentando el brazo y a veces cubría la forma
mas entre chapita y elito la vida la luz de la vela
sobre el mar
y después la ruta es callejón sin salida
ruge, rebuzna y es la misma fauna
solo cantos y la sirena siempre llena
mas nada cambia la esencia, lo vital
las proclamas, las sonrisas, las chácharas
lo vital permanece, dura la existencia
se fue y duele como se fue, a su manera.
El Diluvio
El diluvio se marchó cuando mejor quiso
en silencio se fue como si nada había pasado
y en vientos de ternura todos festejaron
la esperada ausencia
nunca tormenta alguna tantos destrozos
había causado en este erario ni en la resistencia
cívica de humanista presencia
y todos cómplices lo proclaman necesario
sin importar las devastaciones sociales
económicas ni las tumbas que arrastró
y tú y yo resistimos los escuadrones
de la muerte siempre presente
y el huracán Macorís en marcha
y bandas de sangre tiñó el suelo
hoy todo es olvido y distancia y el diluvio
no registra en la presencia juvenil
los destrozos de la historia y la esperanza
y en las manos se nos muere la utopía!
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