domingo, 31 de enero de 2010

ISA CONDE VUELVE SOBRE LO DE HONDURAS


Santificación del Lobo
Narciso Isa Conde

Masacran al pueblo durante seis meses, para, con el Lobo “legitimado” como continuador del golpe de Estado y de la hegemonía de EEUU, proponer la reconciliación.

No importa asesinar, torturar, ametrallar, secuestrar opositores, aplastar la critica, cerrar de emisoras y periódicos, arremeter contra las organizaciones sociales, cercar embajadas incómodas; deportar y cercar al presidente, militarizar el país, llenar los hospitales de heridos y convertir la nación intervenida en una gran cárcel.

Nada de eso importa si se mantenía la fecha de las elecciones, si las llenan de terror, si preparaban bien el fraude contra la enorme abstención, si daban garantías de que el Lobo las ganaría y Obama y Leonel la santificarían.

El sofisma sirve para engañar y el León es un sofista. Esta vez ha querido arreglarlo todo separando el golpe fascista y el estado de terror de esas elecciones amañadas y del propio Lobo que sacó provecho e hizo causa común con esa ignominia.
Esto estaba planeado desde Washington y para era fue útil la ambivalencia de Obama y la simulación del León… hasta garantizar el relevo de Goriletti.
Ese paso fue consumado, al tiempo que estructurada una trilogía funesta (Honduras controlada, Colombia plagada de bases gringas y empleando agresivamente su régimen narco-para-terrorista y Haití militarmente ocupado en escala mayor a nombre de la “ayuda humanitaria”).
En esos tres casos “made in usa” el León ha estado donde Obama lo vea y aprecie. Y eso –y la corrupción que parece acompañar el paso de la ayuda a Haití- podrían explicar las reservas de Chávez y del Alba.
Pero la simulación se le agota al León por más que Zelaya haya sido usado como “hoja de parra”, empujado a sobrevivir en un exilio forzado al descartar quedarse en Honduras y afrontar la cárcel.
La máscara del León está maltrecha.
El abrazo al Lobo y la campaña para reconocer su “victoria” en tanto supuesto factor de la “reconciliación y de la recuperación democrática”, solo terminará siendo aplaudida por acólitos y tontos.
El León se ha evidenciado como señero colaborador del contra-ataque de Washington a la alborada continental, la cual tiende a debilitarse con la victoria de la ultra-derecha chilena, con la conspiración golpista en Paraguay y el auge de la derecha argentina.
Obama y él son cáscaras de un mismo palo y con formas muy parecidas.
Ojalá que nuestra América advierta a tiempo sus esencias camaleónicas.