miércoles, 13 de enero de 2010

LA CASILLA NINGUNO NO ES LA SOLUCION

Por: Fermín Alvarez*
Hubo una vez un político dominicano que dividió el país en peledeísta y corruptos. Quien así endilgaba pretendía desconocer las raíces fundamentales de la corrupción en la República Dominicana, la que viene desde la misma época de la Colonia, pero que se manifiesta en la etapa republicana cuando el conservadurismo se impone a las ideas liberales del padre de la democracia dominicana, que no es otro que Juan Pablo Duarte, aunque las chulerías políticas hoy atribuyen como tal a otro sujeto.

El dominicano es un pueblo trabajador y siempre ha luchado por mantener su independencia, libertad, identidad y los derechos que le asisten por ser miembro de una nación libre y soberana. Lo que ha fallado aquí es el liderazgo político, que no ha ejercido su oficio con ética y moral, que se ha plegado a los peores intereses nacionales e internacionales, claro está, exceptuando a Ulises Espaillat, quien contribuyó emocionalmente a ser más dulce los últimos días de Duarte, Francisco Gregorio Billini y Juan Bosch, así como otros muchos hombres y mujeres que han sido víctimas de las maquinaciones de los malos dominicanos.




La existencia de líderes dominicanos que han olvidado su compromiso con el pueblo, que han sido y son una gran mayoría, no nos da derecho a decir que la clase política dominicana no sirve y que es totalmente corrupta. No es verdad que todos los políticos que aspiran a cargos electivos son corruptos, muchos tienen una hoja de servicio envidiable y donde sus intereses particulares han estado relegados a los mejores intereses de la Nación y son conscientes de la alta responsabilidad que tienen para con su pueblo, por eso participan aunque en condiciones muy desfavorables, pero participan y seguirán participando en el convencimiento de que históricamente no le es permitido escurrir el bulto.




Cuando buscamos en cada una de las organizaciones que conforman el espectro político dominicano, no importando su ideología, encontramos preciadas perlas que transitan el pantano dominicano sin enlodarse. Esas perlas que adornan y dan lustre a la boleta electoral cada cuatro años, no merecen el simplismo de “Ninguno”. ¿O acaso, en el 2008, debimos, en el caso de que hubiera existido la desafortunada columna propuesta, marcar “Ninguno”? Jamás, es mi respuesta, y jamás debe ser la de todos los ciudadanos progresistas y preocupados por la suerte de este país. Marcar una columna contentiva del tal simplismo donde figuraba la candidatura de ese gran ciudadano y paradigma en el cumplimiento de sus deberes cuando fue Fiscal del Distrito, nos referimos al Dr. Guillermo Moreno, hubiera sido imperdonable y un desconocimiento de las ideas vertidas en su proyecto Alianza País.




Ahora bien, con respecto a la comunicación que dirigiera al Pleno de la Junta Central Electoral un grupo de ciudadanos ejemplares, en la que expresan, entre otras consideraciones, que en su “experiencia en el ejercicio electoral, muchas veces nos encontramos con una gran dificultad al hacer nuestra elección, cuando no nos satisfacen las ofertas que los partidos nos hacen, sobretodo, cuando se trata de las listas de candidatos(as) al certamen congresual y municipal”.



Es posible que con candidaturas a la sindicatura se tenga tal dificultad debido al arrastre, cuya culpa hoy día recae en la JCE por no aplicar las circunscripciones para regidores, materia de Ley desde hace varios años; pero que todos los candidatos a regidores sean malos, no lo puedo creer.



Para a seguidas argumentar: “Impulsados únicamente por el ánimo de ensanchar el horizonte democrático de las elecciones, muy respetuosamente proponemos una fórmula que permitirá cualificar el ejercicio del voto a miles de ciudadanos/as cuando no encuentren un candidato(a) que complazca sus expectativas, sin que esa situación les obligue a tener que practicar el no ir a votar, respuesta inespecífica y gran facilitadora del abstencionismo”.



Podemos decir que en lo concerniente al nivel congresual, donde aunque de manera tímida se ha aplicado las circunscripciones, tenemos, aunque limitada, una opción para elegir, porque tampoco creo que todos los candidatos a diputados sean malos.



Bueno, sucede que la política es ciencia y arte, donde nada es totalmente bueno ni complemente malo porque en tanto arte es materia de conveniencias, razón por la que una cosa considerada pura puede ser mala en un momento dado y ante una acción determinada; asimismo, lo considerado impuro puede circunstancialmente actuar como bueno ante las conveniencias del momento.




Me explico, si un partido considerado progresista tiene que hacer en un momento determinado alianzas con uno conservador para lograr una meta que de otra manera no puede alcanzar, debe pactarla; si en el campo personal llegara a ser necesario, debe hacerlo también(fue lo que hicieron los trinitarios con Bobadilla). Y eso que tiene de malo si nos permite avanzar, quizás el miedo a contaminarse como no lo tuvieron los peledeístas porque hacía ratos ya lo estaban.




Entonces, aislarnos de la sociedad, es decir, enquistarnos y prolongar los sufrimientos del pueblo por no comprender que el tejido social está hecho de muchas partes diferentes e individualidades muy divergentes, también. El conocimiento de la importancia de esta estrategia fue lo que hizo posible el triunfo de los salvadoreños en las recién pasadas elecciones celebradas en ese país. Ahora tienen la oportunidad desde la máxima dirección del Estado para hacer los cambios que esa nación necesita para desarrollarse.



Aquí necesitamos urgentemente un cambio en el sistema económico para que el pueblo dominicano pueda disfrutar de una democracia participativa, social y distributiva, que posibilite mayores ingresos a las mayorías, disminución del desempleo, promoción social para los trabajadores, salud y educación para todos, apoyo al sector agropecuario porque nos ofrece excelentes oportunidades de crecimiento, seguridad pública y la conservación y preservación de nuestros recursos naturales, hoy amenazados desde el propio Gobierno, recordemos la lucha titánica librada por la juventud dominicana y por sectores progresista y ecologistas para evitar la instalación de una cementera en Los Haitises.



Pero, ese cambio económico requiere de la voluntad política ejercida desde el Estado. En otras palabras, ganar el Gobierno, lo que significa, dada nuestra realidad, trabajar duro y hacer amarres con todos los sectores que deseen una solución rápida a las urgentes necesidades del pueblo dominicano.



Por todas las consideraciones anteriores, solicito, con toda la humildad que me caracteriza, y cuasi implorando, que estos amigos y hombres probos retiren públicamente dicha solicitud porque es de sabios corregir una acción cuando las circunstancias así lo ameriten. Recordemos que Gandhi fue enfrentado por sus seguidores en ocasiones porque diseñaba una estrategia en la mañana y a las pocas horas la corregía, a lo que respondía que era de sabios corregir sus acciones cuantas veces fuera necesario.


*El autor es Presidente Nacional del Movimiento Independencia Unidad y Cambio (MIUCA).