martes, 17 de agosto de 2010

NARCISO ES LA DIGNIDAD REVOLUCIONARIA


QUINTAESENCIA
Cuidemos a Narciso
Escrito por: Rafael Ciprián (
rafaelciprian@hotmail.com)

El señor Narciso Isa Conde es un ciudadano dominicano. La trayectoria de su vida pública y privada está enraizada en la historia y la conciencia de nuestra nación.

Es un dirigente político de larga, notable y activa permanencia. Se ha caracterizado por la seriedad y la coherencia que exhibe frente a sus ideas, discurso y práctica. Es firme en sus convicciones y responsable en sus acciones. Hasta combatió con las armas en las manos en 1965 a la injusta invasión Norteamérica que malogró la vuelta a la constitucionalidad, la democracia y el retorno al poder del presidente derrocado en 1963, profesor Juan Bosch.

Hasta el doctor Joaquín Balaguer reconoció la inteligencia, preparación y valentía de Narciso, junto con otros jóvenes sobresalientes del Partido Comunista Dominicana (PCD) de entonces. Y las halagadoras palabras de Balaguer fueron pronunciadas mientras ocupaba la presidencia de la República.

Narciso, que había combatido políticamente aquel régimen de sangre de los doce años, continúo sus duras críticas. Ni se amilanó ni se dejó chantajear por fementidos elogios.


Narciso es un político a tiempo completo y de los pies a la cabeza. Vive de cara al sol. Sus actividades son conocidas por todos los que tienen ojos para ver y oídos para oír. No oculta sus intenciones ni la lucha que lleva a cabo para la construcción de la sociedad en que cree. Las proclama con la dignidad y el decoro que tanto les falta a muchos otros personajes. Por eso defiende sus ideas con los argumentos y la pasión del convencido.
Pone el pellejo para probar sus verdades. Su templanza es admirable. Los simuladores, sin importar su calaña ni el ámbito en que actúen, jamás alcanzarán esa estatura paradigmática. Poco importa que se esté de acuerdo o no con su táctica o estrategia, con su accionar y propósitos, con su marco teórico marxista o duartiano.
Siempre los ha encausado dentro del ámbito del mejor sentido de la democracia: aspira, como Abraham Lincoln, al gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
Como esposo, padre, abuelo y amigo, Narciso ha sido un hombre íntegro y ejemplar. No tiene escándalos ni inconductas en esta faceta de su vida. El amor, la fraternidad y la solidaridad han sido su norte.
Y un dominicano como Narciso no lo podemos perder por las acciones de las bestias y las fieras con sed de sangre. Ellas acechan en nuestro medio y más allá. Esperan la oportunidad para cometer sus barbaridades.
Narciso ha denunciado reiteradamente que su vida corre peligro. Ya le fracturaron tres costillas con una patada. Narciso tiene derechos constitucionales a la vida, la integridad física, la conciencia, la expresión. Esos derechos tienen que ser garantizados y respetados. Las fuerzas cavernarias no deben atentar contra Narciso Isa Conde.
La sociedad tiene que evitarlo. Cuidemos a Narciso. Con Narciso está una gran parte, la mejor parte, de la nación dominicana y de la Humanidad.

Tomado de El Nacional, d/f 15 de agosto 2010.