LA UNIDAD DE LO MEJOR PARA SALVAR LA UASD
Por Alfonso Torres Ulloa
Los cambios son marcas del tiempo, los hombres deben atrapar el momento preciso para impulsar las acciones que transformen, la UASD requiere cambios y el Consenso Universitario debe imprimir el tiempo del cambio.
Por Alfonso Torres Ulloa
Los cambios son marcas del tiempo, los hombres deben atrapar el momento preciso para impulsar las acciones que transformen, la UASD requiere cambios y el Consenso Universitario debe imprimir el tiempo del cambio.
La UASD tiene edificios nuevos y remozados en la sede central y en los catorce centros regionales, pero eso no basta, es preciso avanzar en la solución de otros problemas que parecen estructurales, que realmente no lo son.
Es verdad que hace falta pupitres o butacas, pizarras, tizas, material gastable, mejorar laboratorios, suministros de material de investigación en los laboratorios (reactivos y equipos), más aulas. Eso no es lo esencial, faltan profesores y recursos. Falta gerencia. Falta decencia y competencia; se precisa eliminar cualquier germen de corrupción, es urgente cortar la práctica clientelar, el autoritarismo del rector.
La corrupción debe ser cortada de raíz en la Universidad. Hay que retornar a los mecanismos institucionales, con apego al estatuto orgánico. Hay que volver la vista al rediseño curricular, a la carga docente; priorizar las carreras que el país necesita para su desarrollo.
Las tres columnas de soporte de la UASD deben funcionar lo más armónicamente posible: profesores, estudiantes y empleados. Todo en bien del país.
Es verdad que hace falta pupitres o butacas, pizarras, tizas, material gastable, mejorar laboratorios, suministros de material de investigación en los laboratorios (reactivos y equipos), más aulas. Eso no es lo esencial, faltan profesores y recursos. Falta gerencia. Falta decencia y competencia; se precisa eliminar cualquier germen de corrupción, es urgente cortar la práctica clientelar, el autoritarismo del rector.
La corrupción debe ser cortada de raíz en la Universidad. Hay que retornar a los mecanismos institucionales, con apego al estatuto orgánico. Hay que volver la vista al rediseño curricular, a la carga docente; priorizar las carreras que el país necesita para su desarrollo.
Las tres columnas de soporte de la UASD deben funcionar lo más armónicamente posible: profesores, estudiantes y empleados. Todo en bien del país.
Y todo eso requiere que a la rectoría llegue un gerente, que sea un académico, con valor moral probado, que enrumbe éticamente la Universidad y que los principios y normas de la institución constituyan el norte de la gestión. Porque solo así puede forjarse la unidad entre lo mejor de la UASD, es unir las reservas que se tienen como academia.
Forjar la voluntad de unidad entre aquellos que sienten como dolor propio lo que le duele a la UASD.
Porque saben que ella constituye el principal activo cultural del país.
Porque saben que salvar la UASD es salvar la nación.
Hay en la Universidad una gran reserva moral y académica, no todo está perdido. Esa reserva es grande y diversa, es plural.
Los buenos en la UASD y el país son más, hay que unir lo mejor de lo bueno para transformar para bien y a favor de todos. Es difícil entender el deterioro de la universidad con la excelencia académica y profesional que se acumula en la centenaria alta casa de estudios; al pasar revista de nombres emblemáticos en el universo uasdiano como el de la maestra Emma Polanco, o Faustino Collado; pero igual Lenchy Vargas. Y un ejercicio rápido nos lleva a pensar en Williams de los Santos, un académico de compromiso.
Pero igualmente hay que pensar en el Dr. Amado Reyes, académico de treinta años, con una visión clara del norte que debe seguir la UASD, para hacer de ella una Universidad Moderna. Entre los académicos activos es uno de los más completos, de mejor formación.
El dilema está en que los buenos se dividen y actúan desde el convencimiento de ser profesores consagrados al servicio, y entonces los malos que son menos saben medrar, porque ese es su mundo. Para ellos importa el ordeño de una falsa vaca uasdiana y de algún lado y teta le sacan leche. Se ponen de acuerdo, porque al fin en ellos no hay un proyecto de universidad y por tanto es unirse para ver que pueden repartirse. Y ellos, los malos, se ponen de acuerdo tan fácilmente.
Los buenos debemos revisar actitudes, métodos, aspiraciones y marchar con rumbo objetivo y entender lo crucial del momento que vive la Universidad del pueblo, pues los malos la llevan por el camino de la aniquilación, ensalzados por sectores externos que quieren hundir el patrimonio que representa la UASD porque eso le allana el camino para dos objetivos:
1.- Sacar a la UASD del escenario social y de formación de profesionales, técnicos e intelectuales críticos;
2.- Fortalecer el área de los negocios lucrativos que representa “la educación privada” en el país.
Forjar la voluntad de unidad entre aquellos que sienten como dolor propio lo que le duele a la UASD.
Porque saben que ella constituye el principal activo cultural del país.
Porque saben que salvar la UASD es salvar la nación.
Hay en la Universidad una gran reserva moral y académica, no todo está perdido. Esa reserva es grande y diversa, es plural.
Los buenos en la UASD y el país son más, hay que unir lo mejor de lo bueno para transformar para bien y a favor de todos. Es difícil entender el deterioro de la universidad con la excelencia académica y profesional que se acumula en la centenaria alta casa de estudios; al pasar revista de nombres emblemáticos en el universo uasdiano como el de la maestra Emma Polanco, o Faustino Collado; pero igual Lenchy Vargas. Y un ejercicio rápido nos lleva a pensar en Williams de los Santos, un académico de compromiso.
Pero igualmente hay que pensar en el Dr. Amado Reyes, académico de treinta años, con una visión clara del norte que debe seguir la UASD, para hacer de ella una Universidad Moderna. Entre los académicos activos es uno de los más completos, de mejor formación.
El dilema está en que los buenos se dividen y actúan desde el convencimiento de ser profesores consagrados al servicio, y entonces los malos que son menos saben medrar, porque ese es su mundo. Para ellos importa el ordeño de una falsa vaca uasdiana y de algún lado y teta le sacan leche. Se ponen de acuerdo, porque al fin en ellos no hay un proyecto de universidad y por tanto es unirse para ver que pueden repartirse. Y ellos, los malos, se ponen de acuerdo tan fácilmente.
Los buenos debemos revisar actitudes, métodos, aspiraciones y marchar con rumbo objetivo y entender lo crucial del momento que vive la Universidad del pueblo, pues los malos la llevan por el camino de la aniquilación, ensalzados por sectores externos que quieren hundir el patrimonio que representa la UASD porque eso le allana el camino para dos objetivos:
1.- Sacar a la UASD del escenario social y de formación de profesionales, técnicos e intelectuales críticos;
2.- Fortalecer el área de los negocios lucrativos que representa “la educación privada” en el país.
De ahí que el Maestro Rafael Nino Feliz acierta con sus iniciativas de salir a buscar los buenos para conformar un Consenso Universitario en aras de recuperar la UASD para el país. Sus reuniones con la maestra Emma Polanco, con Lenchy Vargas, con Amado Reyes, con Williams de los Santos, con Maritza Camacho, Manuel Linares, Felix Cid, con Raymundo Hansen y los profesores en las aulas y centros regionales, es que Nino Feliz está convencido de que la tarea de la hora es unir a los buenos para salvar la Academia Superior del Pueblo.
Por eso recibí con beneplácito el correo en que Nino me anuncia: “Me permito informarle que se ha formalizado el acuerdo entre el proyecto Consenso Universitario y el proyecto Unidad y Defensa Profesoral”, que coordina el maestro Williams de los Santos.
Pero igual se busca cristalizar acuerdos por la UASD con Emma Polanco, Lenchy Vargas, Amado Reyes, siempre sobre la base de los principios y el Estatuto Orgánico de la Universidad, bajo el compromiso de impulsar los cambios con institucionalidad, de enfrentar la corrupción y el clientelismo, por la unidad de las tres columnas universitarias, y por una UASD para estos tiempos y el país.
Es claro que “nos guiamos por principios y valores, queremos un cambio institucional, un cambio para rescatar la UASD, para que se respeten los recursos y el patrimonio, para que no muera la UASD, solo quien pueda aportar en esa dirección cabe en nuestro empeño y proyecto”.
La Unidad de los Buenos debe avanzar y cristalizarse para que no muera la UASD y el país pobre y trabajador tenga por siempre su Universidad Abierta.
Por eso recibí con beneplácito el correo en que Nino me anuncia: “Me permito informarle que se ha formalizado el acuerdo entre el proyecto Consenso Universitario y el proyecto Unidad y Defensa Profesoral”, que coordina el maestro Williams de los Santos.
Pero igual se busca cristalizar acuerdos por la UASD con Emma Polanco, Lenchy Vargas, Amado Reyes, siempre sobre la base de los principios y el Estatuto Orgánico de la Universidad, bajo el compromiso de impulsar los cambios con institucionalidad, de enfrentar la corrupción y el clientelismo, por la unidad de las tres columnas universitarias, y por una UASD para estos tiempos y el país.
Es claro que “nos guiamos por principios y valores, queremos un cambio institucional, un cambio para rescatar la UASD, para que se respeten los recursos y el patrimonio, para que no muera la UASD, solo quien pueda aportar en esa dirección cabe en nuestro empeño y proyecto”.
La Unidad de los Buenos debe avanzar y cristalizarse para que no muera la UASD y el país pobre y trabajador tenga por siempre su Universidad Abierta.