COLLADO ANTE UN DESAFIO, LIDERAZGO QUE DEBE CRECER
El profesor Faustino Collado ante una prueba de fuego debe vencer con la serenidad de siempre. Es un batallador y organizador por excelencia.
Cuando me dijo que el MUDI estaba impulsando a Febrillet me pareció insólito, pero de manera particular quedé sobrecogido al saber que Collado iría por la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado junto al candidato del Rector.
El Faustino Collado que conozco desde hace 28 años no es para asociarse a un grupo con las características del que congrega a Frankllin y Mateo Aquino Febrillet; y sorprende que Porfirio gire en ese círculo que sepulta a la UASD sin miramientos.
Collado es un militante de la democracia y de las mejores prácticas sociales, amante de la justicia; académico puro y extraordinario investigador; docente decente. Un hombre de la patria y de la UASD. Su perfil no encaja en el entorno Franklin-Febrillet.
De ahí que no es sorpresa que lo sacrifiquen. Eso se veía venir y lo habíamos discutido. No importó su trabajo de años por posicionar una candidatura para servir a la institución con capacidad, idoneidad y entrega; para rescatar un área vital de la vida universitaria, la investigación.
Un candidato bien posicionado. De prestigio. De solvencia moral y académica. De los que aspiran a esa posición es, quizás, el de mayor experiencia en la investigación. Pero eso importa poco cuando de clientelismo y amarre de chivas se trata.
El profesor Faustino Collado está en el deber de desarrollar su propio perfil, de darle cuerpo a sus ideas y propuestas con criterio independiente y con libertad; salir de la sombra en la que ha estado y procurar bajo el sol sus propias luces e iluminar un camino de decoro, de principios, de firmeza y autenticidad universitaria.
Collado tiene el talento, la capacidad y el liderazgo para crecer sin tutelas y sin ataduras, y sin pretender incitarlo a nada fuera de lógica institucional, considero que llegó el momento para romper el cordón que lo ata y trillar el camino de la dignidad y la independencia. Y ser FAUSTINO COLLADO.
El profesor Faustino Collado ante una prueba de fuego debe vencer con la serenidad de siempre. Es un batallador y organizador por excelencia.
Cuando me dijo que el MUDI estaba impulsando a Febrillet me pareció insólito, pero de manera particular quedé sobrecogido al saber que Collado iría por la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado junto al candidato del Rector.
El Faustino Collado que conozco desde hace 28 años no es para asociarse a un grupo con las características del que congrega a Frankllin y Mateo Aquino Febrillet; y sorprende que Porfirio gire en ese círculo que sepulta a la UASD sin miramientos.
Collado es un militante de la democracia y de las mejores prácticas sociales, amante de la justicia; académico puro y extraordinario investigador; docente decente. Un hombre de la patria y de la UASD. Su perfil no encaja en el entorno Franklin-Febrillet.
De ahí que no es sorpresa que lo sacrifiquen. Eso se veía venir y lo habíamos discutido. No importó su trabajo de años por posicionar una candidatura para servir a la institución con capacidad, idoneidad y entrega; para rescatar un área vital de la vida universitaria, la investigación.
Un candidato bien posicionado. De prestigio. De solvencia moral y académica. De los que aspiran a esa posición es, quizás, el de mayor experiencia en la investigación. Pero eso importa poco cuando de clientelismo y amarre de chivas se trata.
El profesor Faustino Collado está en el deber de desarrollar su propio perfil, de darle cuerpo a sus ideas y propuestas con criterio independiente y con libertad; salir de la sombra en la que ha estado y procurar bajo el sol sus propias luces e iluminar un camino de decoro, de principios, de firmeza y autenticidad universitaria.
Collado tiene el talento, la capacidad y el liderazgo para crecer sin tutelas y sin ataduras, y sin pretender incitarlo a nada fuera de lógica institucional, considero que llegó el momento para romper el cordón que lo ata y trillar el camino de la dignidad y la independencia. Y ser FAUSTINO COLLADO.