martes, 28 de diciembre de 2010

LA MORAL ANTE TODO


LA UASD, UN DESAFIO ACADEMICO EN LA ENCRUCIJADA ELECTORAL

La UASD merece un respiro para retomar sus causes institucionales y el decoro que se ha ido de vacaciones a Roma.

Se pensaba que el proceso electoral en curso serviría para la reflexión sincera porque la Universidad debe garantizar el espacio necesario a la juventud pobre de pueblos y campos.

Y es un grito a voces que si el Candidato del Rector gana la crisis institucional, moral y financiera se agudizará porque los niveles de corrupción y la incapacidad gerencial serán mayores.

Y la comunidad uasdiana tenía, aparentemente, en la Maestra Emma Polanco una reserva para el necesario deslinde de lo ético que precisa la más vieja casa de altos estudios; pero resulta, según las informaciones y el ruido social navideño todo indica que avanzó en un pacto o acuerdo con el candidato del Rector, profesor Mateo Aquino Febrillet.

Y con Emma va el murmullo que ella misma propagó con fuerza de que Febrillet le había hecho oferta; me niego a creer que ella la recibiera para firmar el acuerdo, pero el rumor arropa todos los cielos de la UASD, tanto en la sede central como en los centros regionales.

Si alguien pierde todo en este proceso es la Maestra Emma Polanco, aún ganando la vicerrectoría (que no la ganará) y recibiendo la oferta que se dice (que no la recibió) será ella, esto así porque su prestigio queda en nebulosa del grito social uasdiano. Ahora queda en el imaginario de los uasdianos que ella recibió la oferta aumentada.

No hay manera de que sea un acuerdo para ganar, es un camino de dificultades y traiciones aparentes, de desmontes de candidatos posicionados e idóneos, generando contradicciones y amarguras. Y lo peor que se muestra como una salida desesperada de quien se creía que estaba en primer lugar.

Todo es dudas, pues, cómo creer que quién supuestamente avanza a la ofensiva en un proceso electoral lo entregue todo, por nada, por el descrédito y las indecisiones silenciosas de la moral que desciende por la cuesta de la Alma Máter rumbo al Malecón, con caída indetenible en el Mar Caribe.