Voy desprendiéndome de mi mismo
configurando los días a tu antojo
para congelar el mar en tus manos
darle tus colores preferidos a las rosas
y apagar el sol sobre tu espalda
para que el río beba toda mi agua
y apague su sed
es mi sed de ti infinita
como la madrugada que atrapa el alba
cuando la mañana me espera
y me devuelvo para sonreirle a tu corazón
y cantar los versos que no se han escrito
sobre el amor fugitivo/
sorprendido en la selva de tu cuerpo
y en unos grafitis de colores
beberé la sed de tu sexo aún dormido...