sábado, 22 de noviembre de 2008

OTRAS IMAGENES DE LAS RUINAS DE SAN NICOLAS (Texto y Fotos Alfonso Torres Ulloa)

Tiene ángulos y arcos por todos lados, maravillosos, para una vista inagotable; los artistas del lente siempre encuentran ángulos nuevos y las palomas siempre tienen casas nuevas en los intersticios de sus majestuosas paredes....

Columnas que sorpotan el paso de los siglos como el hambre centenaria de nuestros pueblos que espera un día la libertad de los colores y el despertar de los oprimidos para libertar a los opresores, que son esclavos del lujo y del abuso contra los infelices y viven atrapados en su miseria espiritual..

Un cielo tan claro, tan azul, tan bañado de copos de nubes... se nos antoja
poético, romántico y siempre vestido
con el calor y los colores del verano
tropical que nos baña los 365 días del año y así vamos vistiendo los días de azul de mar y al fondo sur de la ciudad primada un mar caribe que nos baña con oleajes de espumas y encantos sin igual. Y desde el interior de las ruinas una poesía nos busca la comida en los pies y en el cielo al levantar la mirada otra poesía nos espera, en la primera las palomas y en las segundas los copos de nubes...


Y en un arco triunfal atrapamos vencida la más hermosa vista de cielo alguno, transparente como la sonrisa de un niño cantando su bandera, corriendo su parque preferido, un niño sin prisa, sin hambre, sin calor ni frío... un niño realmente niño, feliz...

Una palmera siempre asoma en el caribe, imponente hasta para elevar una
plegaria redentora de pecados, de ahí
que al pie de la iglesia ella se eleve al cielo primero para que las oraciones lleguen antes que los cantos de malos cantores que abundan por la iglesia dormida...
Un campanario se eleva para desparramar el sonido cuando tañen convocando a la feligresía que acude religiosamente a su encuentro con el Creador de todas las cosas... Y la Colonia sigue siendo colonia, aunque no lo crea usted señor Sacristán...
Mas no importa en este mundo poblado de mulatas que sonríen al pasar, al tocar una paloma sus manos picoteando el maíz de los ancestros...
Solo sabor de mulatas nos hacen resistir la furia del tiempo y los nuevos amos de las mismas tierras y nuevos serviles disfrazados de presidentes y oradores soberanos... nos sigue el Fucú de Colón, pero no importa si una mulata nos acompaña en la dulce muerte que nos espera resistiendo por la dignidad y el decoro....