Una sonrisa compartida y colectiva es el mejor festejo en un abril cualquiera para bañar la primavera y cuando se vive bien, en paz.... abril no pasa, abril es eterno
El grupo comparte y celebra conmigo este abril de canas y antojos, de vida extendida en un Bonao de lluvias...
Hasta el río sonríe en un abril de fiesta cuando la primavera se viste de agua fría en un río al pie de la montaña y se hace corazón el Cibao es cuando Adaligia se queda en la piedra ante que el Jima entre por sus pies todo el frío que no cupo en la noche...
Un abril que se antoja de un chivo liniero en Bonao, a la orilla del Jima... es el cielo que se abre para los antojos divinos del poeta que sale del sueño para vivir la alegría de sus días y festeja cada hora porque no sabe cuando se va del mundo de los verticales....
Estar allí en el mismo corazón del Jima es un lujo en este trópico de sol vertical martillando nuestra espalda sin descanso y al lujo un cuadre de juventud sin distancia, fuera de tiempo, en que solo se espera un moro con pollo frito, aunque no llegue la ensalada.
Allí al amanecer se pierden las miradas esperando que ablande la yuca porque ya la leche hirvió, se siente el olor a cebolla frita y todo invita a ese momento tan deseado del amanecer campesino de mi tierra, víveres con huevos revueltos y una rica y pura leche de vaca bien caliente, ahumada...
Ahí están, todos, de lo más entretenidos... picando más que el sol de las nueve de la mañana de un domingo de resurrección.
Y doña Mercedes dice "no, yo casi no como", ay! si comiera!
Mientras doña China dice lo mismo, pero por donde quiera se le ve masticando, ¡y eso doña?.... "aquí probando".... nunca come, solo prueba siempre....