jueves, 30 de abril de 2009

JUAN PABLO DUARTE, UN FANTASMA POR OCOA


Estando por San José de Ocoa en una hermosa jornada con las ideas del patricio a cuestas desandamos la ciudad y sus campos, en las ondas de Radio Mariel y los canales de la TV local, en el Liceo José Núñez de Cáceres, en la Iglesia de Las Ciénagas hicimos acto de presencia y todo fue una algarabía, pues Juan Pablo Duarte tiene mucho que hacer por estas tierras de sus amores y de su abnegación.
Recorremos los más apartados rincones del país con la proclama duartiana en el corazón y siempre el pueblo recibe con calor tropical sus ideas, su ejemplo, su verticalidad y reclaman la necesidad de sembrar su ejemplo, pero como en San José de Ocoa no hay otro pueblo con el entusiasmo duartiano.
Allí en su hermoso Parque Central tienen un busto del patricio con su bandera y los munícipes, niños y adultos, sienten un amor especial por su figura, expresan un sentimiento ardoroso de Patria y saben que un día el ejemplo de Juan Pablo Duarte será el norte que guíe los destinos públicos de la nación por él fundada.
Toda la comunidad nos vio en algún rincón de la provincia sureña desenvolviendo el pensamiento del Apóstol y echando al viento su prédica y ejemplo ético, sacudiendo en la cara de los políticos que viven del erario público sin pudor, y eso fue de mucho agrado en la comunidad ocoeña.

Lo que allí se vive es un ejemplo de decoro y civismo para el país, es la siembra del padre Luis Quin. Pero es también la prédica de los revolucionarios ocoeños que han sido educadores populares y mártires en el silencio de la patria. De Ocoa vine con la moral mucho más alta y mi corazón fervoroso porque me convenzo de que aún hay Patria y a Duarte le queda mucho por hacer, todavía.