Rafael Chaljub Mejía destaca en su obra la necesidad de trabajar las enseñanzas de la historia, pues "la obra del patricio Juan Pablo Duarte está incompleta". Es que "la fundación de una República Dominicana libre, soberana e independiente de toda dominación extranjera, por la cual se empezó a luchar hace más de ciento setenta años, aún está por convertirse en realidad".
El libro "La Izquierda ante una nueva oportunidad" es una obra para leerla con detenimiento y con pasión, pues encontraremos en ella nutrientes vitales para la resistencia necesaria en estos momentos en que la patria agoniza.
Chaljub nos convoca y con sutileza de Maestro nos conmina, cuando señala: "La tarea histórica de la izquierda dominicana en el campo de la lucha nacional es muy grande. Tiene muchos factores en contra pero tiene también muchos valores y circunstancias favorables en su haber", y esto es una sabia referencia al ejemplo de nuestros mejores hombres, de nuestra mejores mujeres en la historia.
Y acto seguido nos dice "Hay que confiar en que sabrá hacer la conexión, esa relación indispensable entre las luchas de hoy y el legado que nos dejaron los combatientes y patriotas del pasado". Oh! Juan Pablo Duarte aquí están tus hijos, tus continuadores, solo nos falta un rayito de luz para vencer la noche.
El Maestro Rafael Chaljub es hombre que viene de lejos, pero radica en estos tiempos y comprende el impacto, los efectos del poder mediático y nos pide, nos llama a replantearnos la intervención política, por eso nos dice: " El movimiento de nuestro país se replegó demasiado en el campo político y dejó al enemigo con el monopolio del escenario y la palabra. Ya no tiene que seguir actuando como si no tuviera la razón. Cuando precisamente han sido sus razones políticas las que han salido bien libradas. No tiene porque suponer que debe seguir a la defensiva, cuando los embusteros han sido otros".
Dice Rafael, "Una fuerzaq política recogida, que deja el campo del debate a la propaganda confusionista y engañosa de sus adversarios, no será objeto jamás de la atención y, mucho menos, de las simpatías de las masas que nunca serán sensibles a las conductas timoratas. Los adversarios no deben seguir hablando solos y hay que enbfrentarlos con las razones y los argumentos que la vida misma le pone en las manos al sector progresista".
En horas buenas, camarada Chaljub, en horas buenas.