¿Quién es Ninguno?
Por Narciso Isa Conde
Por Narciso Isa Conde
Ahora no hay que abstenerse, se puede votar por Ninguno. Vale decir que Ninguno no es pariente del León de la Sun Land ni de la conexión Marbella, menos aun de la basura colorá.
Nada que ver con el diputado violador o con el traficante de chinos.
No es del Grupo Estrella ni de la Barrick Gold.
Nunca quiso saber del Peme ni de Renove, ni de “amarrar la chiva” en el patio de Balaguer. No apoyó el mamotreto de Carta Magna que constitucionaliza la privatización de todo y niega los derechos colectivos del pueblo.
Ninguno no es neoliberal y aborrece el clientelismo y las simulaciones.
No tiene ni un chin de oligarca empobrecedor, de ladrón/a, de asesino/a, de machista, de racista anti-Haití, de represor de juventud…
Odia los “cirujanos”, los torturadores los “carteles”, los “tumbes” y el narco-estado.
No es candidato/a “blanco”, “morao”, “colorao”, ni “arrimao”.
Es un ser que contrasta con la fauna política dominante: honesto, humilde sincero, solidario, enemigo de privilegios, opulencias y riquezas mal habidas.
Ama y defiende el medio ambiente.
Asume que el patrimonio natural es de toda la sociedad, que hay que protegerlo y reproducirlo para ponerlo en armonía con la humanidad; siempre en función del bienestar colectivo, no de las ganancias del gran capital. Ninguno somos todos/as los/as que queremos que no se siga gobernando contra el pueblo.
Que el Congreso no sea un mercado.
Que los partidos no sean compañías por acciones.
Que los empresarios no puedan privatizarlo todo para quedarse con todo.
Ninguno ahora puede ser una candidatura intangible, simbólica, que se convierta en múltiples candidaturas defensoras de los jodidos y las jodidas.
El voto por Ninguno niega las candidaturas que representan más de lo mismo. Las debilita, la ilegitimiza, la erosiona… persigue crear condiciones para desplazarlas por otras tangibles, físicas… pero diferentes.
El voto por Ninguno no significa que no existen ciudadanos/as para hacer las cosas bien, sino que las boletas hoy legalizadas o son vehiculo de la podredumbre o están contaminadas por alianzas indebidas.
El voto por Ninguno es un voto por la Constituyente, por otro tipo de elecciones, con otra correlación de fuerzas. Es el voto por una participación innovadora que tienda a resquebrajar la mentada representativa, altamente corrompida.
Ninguno es el amigo que prefigura las candidaturas de carne y hueso que pronto, en mejores condiciones, competirán para ganar.