lunes, 23 de junio de 2008

La Feria del Mango en Baní


Baní es la capital del Mango y es un título realmente bien ganado, merecido porque allí los mangos brindan una sonrisa dulce y nos llaman con sus colores, con el olor y nos envuelven en su sabor sin igual.
Del 18 al 22 de junio se celebró la Feria del Mango y es todo un espectáculo de belleza, sabor y porsía; la concurrencia que allí se da cita cada año es nacional e internacional. Ayer estuvimos allí para la clausura y disfrutamos, pues la variedad de mangos que se exponen no caben en nuestra imaginación.
En mangos, con mangos y de mangos allí hacen hasta arreglos "florales", el stand del IDIAF disfrutamos con este magnifico arreglo y como los mangos en tanto frutas perecederas iban a dar fin al hermoso arreglo quisimos eternizarlo con una foto y globalizarla para que en todas partes del planeta puedan disfrutar la ocurrencia y la poesía que encierra el mismo.
Los banilejos viven orgullosos de su comarca rica en mangos, de gentes laboriosas, creativas, honestas, solidarias y patriotas. Son agricultores progresistas.
Nos fuimos a Baní en compañía de Juan Ozoria y Doña Olga Liranzo, y allí estuvimos con los buenos amigos: Leo Peña, Johnny Báez, Elaine de Peña, Alexis, Ivania Peña, entre otros. Disfrutamos en la finca de Johnny Báez de una variedad de mangos, cajuiles, coco de agua. Y por supuesto de un rico manjar de pollo con yuca, plátano y aguacate, todo extraído de la finca. Allí nos salió el agrónomo que llevamos escondido y dimos orientaciones a Alexis, que es la persona que tiene bajo su cuidado la producción. Retornamos con el compromiso de volver, volveremos.
En esta imagen la hermosísima poetisa Ivania Peña, quien no paró de corretear de un lado a otro, entre el platanal y con los ovejos y de comer mangos.
Para todos los que me visitan les dejo: Mi Mata de Mango*...
Mayo es sólo una garata por los mangos
todos, menos yo, se agitan por la dulce fruta
aquella es una mata enclavada entre los dos edificios
en el patio que es de todos
cada año, en mayo, es lo mismo: la furia de niños, jóvenes y viejos por la fruta
que es de todos un antojo
a mi también se me antoja un mango
sólo que no soy parte del rito en su tiempo
de esta mata hay otro fruto que es mejor
y me dura todo el año: la sombra
en ésta sombra cada tarde cumplo otros ritos sagrados
leer, escribir, un café y una pavita
todos gritan, pelean, se agitan en mayo por un mango
menos yo
me quedo todo el año con un pedazo de sombra
y 300 kilos de suave brisa para este trópico
y así respira mi alma agradecida
de la mata de mango...
* de mi libro Oleaje.

No hay comentarios: